Desde tan lejos... nunca pensé que razonaba como el resto de la gente. Desde tan lejos, nunca imaginé que pudiera acercarme tanto al presente.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Describir lo indescriptible.
Jamás se podrá describir de manera suficiente, la sensación de notar moverse a tu hijo en la tripa de su madre. Describir lo indescriptible.
martes, 13 de noviembre de 2007
Homo homini lupus
"El hombre es un lobo para el hombre"
Ayer, me quedó muy clara esa frase. Años atrás estudié para un examen de Filosofía en el bachillerato donde esta frase formaba parte de uno de los temas. Estudié lo justo para aprobar el examen, quería ir al cine aquella noche.
Menos mal que hay personas que te hacen ver en los miedos, oportunidades.
Gracias.
Ayer, me quedó muy clara esa frase. Años atrás estudié para un examen de Filosofía en el bachillerato donde esta frase formaba parte de uno de los temas. Estudié lo justo para aprobar el examen, quería ir al cine aquella noche.
Menos mal que hay personas que te hacen ver en los miedos, oportunidades.
Gracias.
sábado, 10 de noviembre de 2007
79 kilómetros, ocho meses, una mudanza, muchas preguntas.
Bien, comienza la cuenta atrás. Mañana podría ser. Podría ser pasado mañana, o dentro de cinco semanas. No te haces a la idea. No te lo imaginas. No hasta que pase. Hoy por primera vez estoy nervioso. Tan nervioso que repito una y otra vez el ejercicio de pensar como puede ser, que es lo que puede pasar, como va a ser. Hago múltiples combinaciones en mi cabeza, que salen disparatadas hacia el olvido a los pocos segundos. Todos hemos intentado imaginarnos el futuro. Todos hemos intentado recrear en nuestra mente los próximos días, los próximos meses, los próximos años. Y en el cien por cien de los casos nos equivocamos.
Yo llevo desde Enero viviendo en setenta y nueve kilómetros de despertares ilusionados. 79 kilómetros deseando que todo salga bien, porque hace tiempo que deseché planificar el tiempo que pueda plantarse delante de mí. Es absurdo, el tiempo que pueda planificar siempre es mucho peor al que vivo realmente.
Ya está ahí cerquita. Y un escalofrío de un sentimiento extraño cruza mi cuerpo desde los pies a la cabeza. Tengo miedo, porque al fin he comprendido que lo más bonito de esta vida no está escrito en ninguna fecha, ni previsto en ninguna parte. Lo más bonito de esta vida, lo que más deseas, lo que más ansías, lo que más te llena, lo que más quieres, llega cuando menos te lo esperas.
Yo llevo desde Enero viviendo en setenta y nueve kilómetros de despertares ilusionados. 79 kilómetros deseando que todo salga bien, porque hace tiempo que deseché planificar el tiempo que pueda plantarse delante de mí. Es absurdo, el tiempo que pueda planificar siempre es mucho peor al que vivo realmente.
Ya está ahí cerquita. Y un escalofrío de un sentimiento extraño cruza mi cuerpo desde los pies a la cabeza. Tengo miedo, porque al fin he comprendido que lo más bonito de esta vida no está escrito en ninguna fecha, ni previsto en ninguna parte. Lo más bonito de esta vida, lo que más deseas, lo que más ansías, lo que más te llena, lo que más quieres, llega cuando menos te lo esperas.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
L'Age Mur
Cuesta permanecer impasible ante la imagen. Me fijo, la miro. Absorto, no puedo dejar de mirar. La artista se llama Camille Claudel, y su historia una innegable vida dedicada. Dedicada. Emocionalmente dedicada. Y sus sufrimientos representados en una belleza que duele. Sólo mirar te acerca un poco a su existencia, y sólo adentrarse en su vida la hace que cualquier sentimiento interno, apenas parezca intenso. Al menos, eso me imagino leyendo sólo unos párrafos de su vida (¿Existe alguna biografía?)
Todos llevamos dentro un poco de Camille. Basta mirar a la persona que más queremos en el mundo a los ojos, para ver los nuestros reflejados, y a la vez preguntarse dónde están nuestros miedos, dónde están nuestras dependencias. Y allí, en lo más profundo de nuestros sentimientos, en la raíz, allí, viven como un nervio en carne viva nuestras emociones.
Todos llevamos dentro un poco de Camille. Basta mirar a la persona que más queremos en el mundo a los ojos, para ver los nuestros reflejados, y a la vez preguntarse dónde están nuestros miedos, dónde están nuestras dependencias. Y allí, en lo más profundo de nuestros sentimientos, en la raíz, allí, viven como un nervio en carne viva nuestras emociones.
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